CRIXTO SALVADOR Y
DIEGO DEL VALLE
DISIDENCIAS
En el México post-revolucionario surgió una vanguardia que ignoraba la individualidad y la diversidad de las identidades; un grupo de artistas que planteaban estéticamente una crítica al hartazgo de la desigualdad social y económica, pero que a su vez optaban por apoyar y construir normas de género que dividían.
Aunque la disidencia de los años veinte tenía una postura contrastante a la visión del México Moderno y se posicionaba fuera de la visión capitalista, hoy en día, la disidencia sucede en el marco del sistema capitalista. Otra paradoja histórica: el sistema se transformó para pasar de la uniformidad de las masas al narcisismo que permite la exploración de la individualidad. Las múltiples identidades sexuales y de género que se encuentran en la comunidad no heterosexual de Guadalajara se han desarrollado a partir de la deconstrucción de los cuerpos y la noción de sus posibilidades performáticas. El sistema se ha diluido para permitir una diversidad que se rehúsa a reconocer.
Crixto Salvador presentó los resultados de su residencia en colaboración con Diego del Valle, quienes se propusieron indagar en los contrastes y contrariedades que caracterizan la diversidad en la ciudad de Guadalajara.
Disidencias propuso un acercamiento dialéctico- subversivo a la idea de la diversidad a partir de un análisis formal y una reflexión alrededor del Muralismo. Como parte de las actividades en su apertura de estudio, Crixto montó un photobooth con la finalidad de que el público asistente explorara, a través de la selfie, las posibilidades performáticas del cuerpo y su relación con la identidad a partir del uso de telas, efectos visuales de la cámara y ángulos. Se le invitó al público a llevar sus reproductores de música con playlists que les recordaran a la diversidad.
El Muralismo se identificaba como portador de la nueva verdad, convirtiéndose en un estandarte emancipador y civilizador de la nueva identidad mexicana forjada desde una visión capitalista, sus artistas comunistas, sin darse cuenta, se encontraban atrapados en su propia paradoja. Ante una representación homogénea y heteropatriarcal de los individuos: la disidencia.
